Gendbicod como narrativa visual decolonial: desafiando el extractivismo académico y la violencia de pareja

Resumen (Español)

El perpetrador de violencia doméstica tiene cuerpo de varón. Si bien, también las mujeres llegan a ejercer violencia contra sus parejas, la gran y muy amplia mayoría de los perpetradores son varones. No obstante, la mayoría de los esfuerzos por alcanzar vidas libres de “violencia de género” se han enfocado en mujeres y niñas, dejando de lado la responsabilidad del ofensor (y potencial re-ofensor). Y aunque esta investigación subraya que las tareas enfocadas a mujeres deben de continuar e incluso expandirse, esta presentación busca destacar la importancia de investigar (e incidir) en los mandatos de género que los hombres han construido socialmente.


Para entender qué subyace entre “la masculinidad” y la frecuencia de violencia doméstica es importante desenmarañar qué significados de hombría se han aceptado y normalizado como condicionantes de género. Pero, como bien reconoce la antropología, el contexto importa, y las teorías “tropicalizadas” provenientes de contextos como el Norte Global resultan en ocasiones risibles frente a escenarios como el de Oaxaca, México.


Esta presentación además, problematiza los ejercicios de “extractivismo académico”, pues en un mundo de relaciones de poder desequilibradas, la repetición de dinámicas coloniales pareciera inevitable. Siguiendo a las teóricas feministas que sostienen que en las sociedades patriarcales no pueden existir relaciones de igualdad entre mujeres y hombres, sostengo que, cuando se entra en relaciones desequilibradas en el “trabajo de campo”, lo mínimo a hacer, es reconocer esas disparidades y luego actuar para equilibrarlas tanto como sea posible.


Como sugieren las metodologías descolonizadoras, existe una necesidad urgente de una mayor rendición de cuentas para aspirar a colaboraciones respetuosas, y esta presentación propone adoptar la idea de “pasar el micrófono” a aquellos estructuralmente silenciados pero con voluntad de hablar y ser escuchados, como un primer paso para desafiar las narrativas de aquellos “oprimidos” y a su vez “opresores”.


Este paper presentara un diseño de investigación que intentó abordar algunas de las cuestiones de una relación desequilibrada entre “los Otros” participantes y “Nosotros”, l@s investigadores de un estudio en una región “indígena” en Oaxaca, México, con participantes controvertidos: hombres acusados ​​de violencia doméstica.


Utilizando métodos basados ​​en el arte como elicitores de la conversación, el estudio indaga empáticamente sobre los significados y aspiraciones de -ser hombre- de los hombres que han sido criminalizados por la violencia de pareja en una región marcada por homicidios, femicidios y feminicidios. Esto sin olvidar, la reflexividad que como investigadora posicionada en las arenas del feminismo decolonial, se sentía “sucia” por empatizar con aquel el enemigo: el acusado de violencia de pareja.