Abstract (English)

This ethnographic study, conducted at one of the campuses of the State University of New York, investigates the convergence of digital and analog communities within a university Esports team. Through 25 in-depth interviews and four months of fieldwork, the research explores how video games serve as meeting points for students from various undergraduate and graduate programs, fostering integration and the formation of unified communities across both physical and virtual spaces. Esports emerge as more than competitive environments; they constitute meaningful contexts for socialization, education, and gender inclusion.

The study demonstrates that digital interactions within Esports transcend virtual boundaries, reinforcing community bonds in physical spaces and fostering ongoing interaction among participants both online and offline. Esports play a crucial role in promoting inclusive and participatory spaces, catalyzing new configurations of university cultures that are dynamic and cohesive. Furthermore, Esports serve as powerful tools for comprehensive education, promoting social cohesion and the development of collective identities within contemporary educational settings.

This research contributes to the growing literature on video game communities within the social sciences, offering detailed analytical insights into how video games facilitate social integration. Esports provide a platform for creating inclusive educational spaces that address diversity and gender equity, reinforcing the role of gaming as a catalyst for broader social change. By exploring the convergence of digital and analog realms within Esports communities, this study offers a unique perspective on how digital leisure activities intersect meaningfully with real-life social dynamics.

Resumen (Español)

Este estudio etnográfico, realizado en uno de los campus de la Universidad Estatal de Nueva York en, investiga la convergencia entre comunidades digitales y analógicas dentro de un equipo universitario de Esports. Mediante 25 entrevistas en profundidad y cuatro meses de trabajo de campo, esta investigación explora cómo los videojuegos actúan como puntos de encuentro para estudiantes de diversos programas de pregrado y posgrado, favoreciendo la integración y la formación de comunidades unificadas en espacios físicos y virtuales. Los Esports se revelan como algo más que entornos competitivos, emergiendo como contextos significativos para la socialización, la educación y la inclusión de género.

El estudio muestra que las interacciones digitales dentro de los Esports trascienden las fronteras virtuales, fortaleciendo los vínculos comunitarios en espacios físicos y fomentando una interacción continua entre los participantes tanto en línea como fuera de ella. Los Esports desempeñan un papel crucial en la promoción de espacios inclusivos y participativos, catalizando nuevas configuraciones culturales universitarias que son dinámicas y cohesionadas. Además, constituyen una poderosa herramienta educativa integral, promoviendo la cohesión social y el desarrollo de identidades colectivas en entornos educativos contemporáneos.

Esta investigación contribuye a la creciente literatura sobre comunidades de videojuegos en las ciencias sociales, ofreciendo análisis detallados sobre cómo los videojuegos facilitan la integración social. Los Esports brindan una plataforma para crear espacios educativos inclusivos que abordan la diversidad y la equidad de género, reafirmando el papel de los videojuegos como catalizadores de cambios sociales más amplios. Al explorar la convergencia entre los ámbitos digital y analógico en comunidades de Esports, este estudio aporta una perspectiva singular sobre cómo las actividades de ocio digitales interactúan significativamente con las dinámicas sociales en la vida real.