La vida política del Lago Chapala: relacionalidad ambiental y modos de vida en el capitaloceno.

Resumen (Español)

Ingold enfatiza el carácter perceptivo y relacional de los ambientes distinguiéndolos en superficies, sustancias y medios. El agua es ambigua, para los peces se trata de un medio, mientras que para los humanos es una sustancia (Ingold, 2007: S26); sin embargo, una experiencia no anula a la otra, nos encontramos ante la coexistencia de modos de vida enraizados tres formas diferentes habitar los ambientes.
En ese sentido, me interesa comprender cuáles son las “lógicas”, experiencias y sentires que subyacen a las formas de relacionalidad ambiental. Por ello, planteo el siguiente cuestionamiento: ¿Qué relación existe entre las formas de percepción del ambiente con la presencia/ausencia de agencias más que humanas y la posición social de sus vidas? Para responder abordaré el material etnográfico y de archivo producido en la Ribera Norte del Lago de Chapala, en México, de 2024 a 2025.
Mi argumento etnográfico es que el lago no puede ser entendido como “uno” solo, ni reducirse a “recurso natural”; por el contrario, tiene vida y se presenta como cuatro lagos, uno circunscrito al ámbito doméstico-parental donde tiene agencia frente a las problemáticas de contaminación y violencias, produciendo tormentas y vientos; otro que obedece a la repartición nacional de territorios locales invocada por los especialistas históricos locales; uno más que encarna en deidades acuáticas y es representado museísticamente; hasta el extremo donde es objetualizado por la comprensión técnica-científica de especialistas locales, estatales y nacionales.
En ese espectro lo que queda entredicho es la vida misma del lago: la tiene cuando se enoja o enferma, al mismo tiempo que carece de ella cuando se la reduce a un recurso por gestionar. Así, el objetivo es reflexionar sobre el sentido político que adquiere la vida no humana del lago y su borramiento en el marco del capitaloceno.