"Las deudas son un mal necesario": reproducción social y endeudamiento de mujeres precarizadas en Palmira (Colombia)

Resumen (Español)

Estudios recientes (Guérin et. al 2023) han detectado el trabajo invisible que realizan las mujeres para gestionar las deudas en función de la reproducción social de los hogares (2023: 88). Sobre las mujeres recae la responsabilidad de cuidado de los niños y adultos mayores, lo que reduce su capacidad de generar ingresos en un empleo fuera de casa. De hecho, ellas se convierten en las responsables de administrar las carencias (Villarreal 2010: 405). A razón de esta realidad, muchos hogares en precariedad tienden a acumular deudas para mantener los niveles de vida (Roberts 2013:10). En este contexto, la presente investigación con un enfoque etnográfico, utilizando datos empíricos obtenidos de entrevistas y observaciones directas a seis hogares que hacen parte de un entramado precarizado en Palmira –una de las ciudades más peligrosas de Colombia– busca explorar el conjunto de procesos sociales, económicos, culturales, emocionales o simbólicos que surgen en las relaciones de deuda en personas con ingresos bajos. Esta metodología incluye el análisis de casos específicos de deudoras que combinan diversas formas de endeudamientos, que ilustran dinámicas y repertorios morales que subyacen a sus prácticas cotidianas. Esta pesquisa “desde abajo” puede reconocer que, las mujeres siguen asumiendo una parte desproporcionada de los costos, tanto en tiempo, como en dinero, de la reproducción social. Con los esquemas de bienestar cada vez más deteriorados, los derechos laborales minados y los ingresos cada vez más insuficientes, se traslada a los hogares la responsabilidad de sustentar las necesidades básicas como la educación, los servicios médicos, los medios de transporte, entre otros derechos. A la luz de esta realidad, el crédito /deuda se instituye como la alternativa más asistida, lo que tiende a agudizar la crisis de la reproducción social. Ya sea con una institución financiera formal o a través de las relaciones cercanas –con la familia, vecinos, amistades–, los préstamos proveen las condiciones temporales para esperar “dentro del crédito”, mientras se llevan a cabo malabarismos para sortear estas temporalidades entre varios prestamistas, y para que los desembolsos lleguen a cada acreedor puntualmente.