Metodologías colaborativas e investigación militante en los procesos de resistencia jurídica de comunidades indígenas de Michoacán

Resumen (Español)

La cantidad de tesis antropológicas que recurren a calificar su investigación como “comprometida, colaborativa, dialógica, descolonizante, activista o militante” ha ido aumentando significativamente ¿Son manoseados estos conceptos? ¿Son usados como una muletilla para decir “no hago trabajo extractivo”? ¿Qué sí es y que no es *lo colaborativo* en una investigación? ¿Es lo mismo el activismo y la militancia?

Ser académicas(os) y a la vez ser parte de los movimientos sociales y desde allí realizar investigaciones nos ubica en otros lugares metodológicos y teóricos ¿Cuáles son esos lugares, cómo identificarlos? La reflexión crítica sobre estos cuestionamientos parte del *lugar de enunciación* que las y los investigadores han tenido en sus experiencias de acompañamiento y de investigación militante en la lucha por el reconocimiento de los derechos a la autonomía, libre determinación y autogobierno con comunidades indígenas.

Si reconocemos que todo conocimiento es resultado de la situación histórico-social y que, por lo tanto, es un producto colectivo (Oliveros Espinosa, 2014) entonces será necesario reconocer, que en el caso de la antropología jurídica mexicana, la emergencia de la Antropología Jurídica Militante (Aragón Andrade, 2019/2023, 2020a, 2020b, 2021b) como nuevo proyecto intelectual es un producto colectivo que tuvo su origen en la lucha de la comunidad indígena de Cherán en 2011 y su posterior reflexión académica. El conocimiento que se estaba generando no estaba pensado en el marco de una investigación académica, sino que estaba siendo impulsado por las necesidades concretas de la comunidad.

Son estas necesidades las que han hecho que a lo largo de estos años se haya co-construido con comunidades indígenas de los pueblos purépechas, nahuas y otomíes de Michoacán agrupadas en el Frente por la Autonomía de Concejos y Comunidades Indígenas (FACCI) una diversidad de conocimientos que ha sido teorizada desde los campos académicos/intelectuales y que son puestas al servicio de las luchas de los pueblos.

En conclusión, esta ponencia pretende explorar el sentido y las implicaciones de las investigaciones que se presentan como colaborativas, militantes o descolonizantes en la antropología jurídica mexicana. A partir de experiencias concretas de acompañamiento e investigación militante con las comunidades indígenas del FACCI, se analizan los espacios metodológicos y teóricos que surgen en la intersección entre academia y lucha social. Así, se cuestiona el uso de ciertos conceptos dentro de la academia y se plantea la necesidad de reconocer la co-producción de conocimiento como un esfuerzo colectivo, vinculado directamente con las luchas por la autonomía y el autogobierno de los pueblos indígenas.