Selected Paper/ Paper Seleccionado

Danzas afro ñuu savi de la Costa Chica de Oaxaca. Enredos, fricciones y fabulaciones en un mundo inestable

Resumen (Español)
Poblaciones originarias, afrodescendientes, campesinas y periféricas de América Latina enseñan otras formas de interpretar y actuar frente a la crisis ecosocial global también denominada Antropoceno (Crutzen y Stoermer, 2000), Capitaloceno (Moore, 2016) o Plantationoceno (Haraway y Tsing, 2019). Desde sus conocimientos y formas de interactuar con el entorno cuestionan las relaciones extractivistas con los mal llamados recursos naturales, el antropocentrismo, las respuestas homogeneizadoras y apocalípticas de organismos internacionales y Estados, así como la “toxicidad antropogénica” (Povinelli, 2016), es decir, el señalamiento de que toda la humanidad es responsabilidad de las fracturas que están afectando al mundo. Estas poblaciones tejen con seres más que humanos, tales como animales, árboles, ríos, cerros, muertos, espíritus, vírgenes y diablos, relaciones de interdependencia basadas en la reciprocidad, pero también en la depredación constituyendo así un ethos que sostiene el paisaje (Questa, 2023). Cuando estos enredos de vida se inestabilizan, la gente dispone de tecnologías nativas para el encuentro con la otredad; en otras palabras, dispositivos de visualización de las fricciones (Tsing, 2004), que facilitan las reparaciones, los duelos y/o tejer nuevos vínculos. Algunas de estas tecnologías son el trabajo en la milpa o la chakra, la pesca y la cacería siguiendo ciertas normas de respeto, la contemplación del paisaje viviente, el bordado, las rogativas o pedimentos de lluvia, las fiestas, las danzas.

En esta ponencia me enfocaré en las danzas. Analizaré la danza de los diablos y la danza de los tejorones de la Costa Chica de Oaxaca, México, entendidas como tecnologías afro ñuu savi que posibilitan diálogos cosmopolíticos (Stenger, 2005) en un contexto de inestabilidad ecosocial y crisis moral (Questa, 2023) causada por el racismo ambiental (Bullard, 2003) y economías extractivistas locales, específicamente, monocultivos frutales, ganadería y maderería. El término afroindígena refiere a prácticas de “contramestizaje” (Goldman, 2021), es decir, formas de alianza entre seres heterogéneos que abren la posibilidad a que “emerjan las virtualidades no actualizadas del encuentro entre no blancos” (Mello, 2017, p.30). En el caso de la danza de los diablos y la danza de los tejorones es posible identificar las diferencias y el mutuo contagio entre la gente ñuu savi y afro, sus entendimientos compartidos y, a la vez, divergentes sobre el ciclo de la vida, sus inquietudes sobre el quiebre de relaciones de interdependencia que están impactando su entorno. Los danzantes dan cuerpo a distintos seres de la alteridad, acuden a la sexualidad, la picardía y la violencia para visualizar los enredos multiespecies que soportan la alterecología local; mediante máscaras, atuendos, coreografías y juegos evidencian las fricciones que inestabilizan el cosmos y especulan posibles salidas.
Palabras Clave (Español)
Danza; afroindígena; cosmopolítica; fricciones; inestabilidad ecosocial
presenters
    Solange Bonilla Valencia

    Nationality: Colombia

    Residence: Mexico

    Universidad Iberoamericana

    Presence:Face to Face/ On Site