Espacios acuáticos en la iconografía de la región de Amatitlán, Guatemala

Resumen (Español)

Durante el proyecto de investigación arqueológica subacuática del lago de Amatitlán (1956–1970) fueron descubiertos objetos cerámicos de gran tamaño, llamados los cilindros amatitlanecos. Ninguno de los cilindros se encontró en las excavaciones arqueológicas en los alrededores del lago Amatitlán, y este hecho sugiere que fueron hechos específicamente para ser colocados en el agua como ofrendas durante los rituales acuáticos. Llaman la atención las aplicaciones con la imagen de la "deidad bigotuda" que adornan algunos de los cilindros amatitlanecos.

Esta criatura mitológica, parece haber tenido un papel relevante en el sistema de ideas religiosas y mitológicas de la población local en la región. Se sabe por los textos e iconografía, que en el sistema de ideas religiosas y mitológicas de los mayas antiguos, el mundo subacuático se consideraba un mundo sobrenatural separado. En dos cilindros, pequeñas imágenes de una "deidad bigotuda" se ubican alrededor de un hombre que personifica a esta deidad. Este hecho nos lleva a considerar que de esta forma se transmite una descripción del espacio en el que se encuentra una persona. Dado que las imágenes de la “deidad bigotuda” se encontraron solo en los cilindros amatitlanecos directamente asociados con el agua y los rituales del agua, parece lógico concluir que la “deidad bigotuda” transmite y marca simbólicamente la esencia sobrenatural de las aguas del lago Amatitlán o del agua en general.

La variedad de hallazgos y su ubicación en Amatitlán indican numerosos rituales durante los cuales se colocaban ofrendas en agua. Esta tradición ha sobrevivido hasta nuestros días: una vez al año en el lago Amatitlán se celebra "La Fiesta de la Santa Cruz", que reune creencias cristianas y tradicionales.